España sigue liderando la rotación laboral en la UE.
Los fijos discontinuos que pasan a la inactividad se disparan un 456% desde la reforma. La reforma laboral impulsó su uso como alternativa a los temporales, y ello implica usarlo en actividades en las que el requisito de que la actividad sea recurrente es más difícil de justificar, como las ETTs que los utilizan para ponerlo a disposición de sus clientes. Antes, se ligaban a actividades estacionales, como la hostelería turística que, aunque eran temporales, tenían los ciclos más tasados. Por otro lado, muchas empresas han visto ventajas en estos contratos incluso sobre los temporales. La caducidad de un contrato temporal conlleva una indemnización de 12 días por año, que, aunque es mucho menor que la de un despido sigue superando con creces el coste de la inactividad de un fijo discontinuos, que es cero. Además, si el trabajador no se presenta al llamamiento, puede considerarse como una baja voluntaria (dimisión), que permite extinguir el contrato sin obligar a pagar compensación alguna.